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viernes, 24 de febrero de 2023

Dr. Pedro Rincón Gutiérrez, Rector insigne de la Universidad de Los Andes - Roberto Rondón Morales

 


El 5 de diciembre pasado, APULA reconoció a profesores de larga trayectoria, y en la Academia de Mérida, a profesoras y profesores de destacada actuación, uno por Facultad. Los sentimientos y las palabras recogieron la decadencia y desatino en  la universidad actual;  y  la tristeza, desazón e incertidumbre de sus integrantes, en  una fecha que convoca retos y vocación porque la Universidad se ha construido no sólo por circunstancias y oportunidades favorables, tampoco  por  elusiones y excusas de  burócratas, sino por su capacidad de convocatoria, sacrificio y estoicismo. Una genuina expresión de la universidad autónoma y espléndida, de futuro, renovación, entrega y vocación incondicional de servicio, aun en medio de dificultades y conflictos, la representa  la figura del Dr. Pedro Ángel de Jesús Rincón Gutiérrez, en cuyo honor y recuerdo escribo, pero también como  acicate  en medio del maltrato oficial, con limitaciones graves de recursos para la Universidad, profesores, trabajadores y estudiantes, además de una discriminación continua.

Dr. Roberto Rndón Morales

Pedro Ángel de Jesús Rincón Gutiérrez representó bonhomía permanente, una ciudadanía  destacada y un   rectorado insigne, a veces criticado.

Una genuina expresión de la universidad autónoma y espléndida, de futuro, renovación, entrega y vocación incondicional de servicio, aun en medio de dificultades y conflictos, la representa  la figura del Dr. Pedro Ángel de Jesús Rincón Gutiérrez, en cuyo honor y recuerdo escribo, pero también como  acicate  en medio del maltrato oficial, con limitaciones graves de recursos para la Universidad, profesores, trabajadores y estudiantes, además de una discriminación continua.

El hombre y ciudadano nació en La Cañada de Urdaneta, Maracaibo en 1923. Junto con su familia atravesó el Lago de Maracaibo en piragua para radicarse en el Estado Táchira. Muerto prematuramente su padre Fermín, correspondió a doña Vitalia, su madre,   esbozar su carácter y personalidad, tarea  coadyuvada por los padres salesianos del Colegio San José de Táriba con una enseñanza para el trabajo y una afición al fútbol, que prosiguió luego  al trasladarse la familia a Mérida, junto con la madre, su hermano Gonzalo  y sus dos hermanas, Lucila y Yolanda,  esta vez en el Colegio San José  de los jesuitas con una educación orientada al  liderazgo político y social, y de nuevo la afición por el futbol que lo hizo  un deportista destacado que complementó con excursiones a la Sierra Nevada. En este Colegio fue profesor de Biología y Secretario de su Rector como forma de sufragar su matrícula escolar.

En la conformación de su personalidad influyó también su hermano Gonzalo, humanista, y esculpió su formación el Dr. Antonio José Uzcátegui, su maestro durante el ejercicio como médico partero en el antiguo Hospital Los Andes y en la Maternidad de Mérida, quien le inculcó la disciplina y la rigurosidad en el trabajo profesional y en la defensa del ambiente.

Este recorrido vital fraguó un don de gente, un carácter sosegado y afectuoso invariable y muy particular, y una personalidad de profunda solidaridad, respeto, consensual y benefactor que se mostraba por igual ante altos funcionarios, destacados empresarios, prelados y toda la gente, conocida o no, rica o pobre, universitaria o no, por lo que se le recuerda con afecto.

Como  hombre  vivió  eventos vitales: casó dos veces con ocho  y dos hijos respectivamente: Carlos Gustavo, Pedro Simón, Irlanda, Yohama, Juan Cristóbal,  Rafael Fermín, María Ximena, Gonzalo Alberto, y Pedro Ernesto y Gabriela.  Tuvo la alegría por el advenimiento de esta prole, pero también la tristeza por la muerte de padres, hija y enfermedad de algunos de ellos.  Honraba ocasionalmente a Baco, y en general, tuvo las contingencias que ocurren a todos los humanos en esta porción del universo.

Este recorrido vital fraguó un don de gente, un carácter sosegado y afectuoso invariable y muy particular, y una personalidad de profunda solidaridad, respeto, consensual y benefactor que se mostraba por igual ante altos funcionarios, destacados empresarios, prelados y toda la gente, conocida o no, rica o pobre, universitaria o no, por lo que se le recuerda con afecto.

 Graduó de Doctor en Medicina en 1947 en la Universidad de Los Andes.  Fue Presidente del Colegio de Médicos, y en tal función,  construyó su actual sede, y relanzó su Revista. Fue profesor de la Facultad de Medicina.

En 1957, antes del derrocamiento del  dictador Marcos Pérez Jiménez, y en reconocimiento a su liderazgo ya consolidado a los 34 años, integró una Junta Cívica   con destacados dirigentes políticos, los Drs. Rigoberto Henríquez Vera de AD, Carlos Febres Pobeda de COPEI y Omar Eladio Quintero de URD con quienes mantuvo una estrecha y cordial relación.

En 1958, a la caída de la dictadura, se constituyó en Mérida el Frente Universitario conformado por los Brs. Carlos Muñoz Oraá, Jorge Francisco Rad, José Mendoza Angulo, Ernesto Pérez Batista, Enrique Vilela, Julián Silva y Carlos Sequera Yépez, quienes manifestaron su apoyo, junto con otros integrantes de la ciudad, para que el Dr. Pedro Rincón Gutiérrez fuera designado Rector.

 

LA ACTIVIDAD POLITICO ADMINISTRATIVA

 Ejerció funciones político administrativas en los períodos en que no fue rector tales  como Concejal en el Distrito Libertador de Mérida en 1973, Miembro de la Comisión Presidencial para la Reforma de la Educación presidida por el Dr. Arturo Uslar Pietri en 1986, Diputado del Congreso Nacional en 1988,  Miembro de la Comisión para Reestructuración del IVSS en 1990 y del Consejo Consultivo de la Presidencia de la República en 1992.  Presidente de la Fundación para la Atención Médica Estudiantil - FAMES y de la Federación Médica Venezolana. Aspiró al Ministerio de Estado de Educación Superior en la presidencia del Dr. Rafael Caldera en 1993, quien ya había adquirido compromisos con el Dr. Guido Arnal, ex Rector de la Universidad Católica Andrés Bello. El Presidente de la República lo designó Asesor del Consejo Nacional de Salud en 1994 y luego, Ministro de Sanidad y Asistencia Social en 1996. Al cabo de este ejercicio, le fue ofrecida la Embajada de Perú luego del retiro del embajador venezolano como consecuencia de la toma de la Embajada de Japón en Lima por Sendero Luminoso, pero finalmente fue Embajador en Rumania en 1998.

 Murió en Mérida en 2004 en medio de su tradicional humildad y honestidad personales, y del lamento, gratitud y reconocimiento de  la gente.

 

LA ACTIVIDAD UNIVERSITARIA

Su actividad más importante y reconocida fue la rectoría de la Universidad de Los Andes que  inició en febrero de 1958 cuando fue designado por el Gobierno Provisional,  Rector junto con los Drs. Ramón Vicente Casanova de AD, Vice Rector y Germán Briceño Ferrigni de COPEI, Secretario  hasta  1959, cuando  una vez promulgada  la Ley de Universidades el 5 de diciembre de 1958, Día de la Universidad  Venezolana y del Profesor Universitario, un Claustro de Profesores y Estudiantes lo eligió, ejercicio que se prolongó hasta 1972. Luego fue reelecto en 1976 y 1984 para un total de 22 años de actuación rectoral. No logró la victoria para un cuarto período rectoral en 1996.

Vale la pena señalar que el doctor Pedro Rincón Gutiérrez asistió al acto académico del 18 de diciembre de 1958 en la UCV, el que se proclamó   la autonomía universitaria. “A las nueve de la noche,  hizo su entrada el Presidente Edgar Sanabria y demás miembros de la Junta de Gobierno así como autoridades docentes y miembros  de la Comisión Universitaria redactora de la Ley de Universidades”. La Universidad Central de Venezuela en representación de las universidades autónomas, Los Andes, Zulia y la recientemente creada Universidad de Carabobo, recibió de la Junta de Gobierno un ejemplar caligrafiado de esta Ley de Universidades.

 En ese acto, “Se entendió que la autonomía universitaria no era un privilegio para aislarse y convertirse en un círculo de intereses creados, cerrados al interés de la nación. Es para la superación técnica, y para convertir a la universidad en un factor   principal de progreso de la comunidad y símbolo unitario esencial de la vertebración de una sociedad pujante con el deseo de satisfacer las grandes necesidades espirituales y materiales sin interferencia extraña a su esencia universal. Rechazará el atropello a los derechos ciudadanos y a la injusticia social y continuará siendo un baluarte de hondas reivindicaciones. Como institución ajena a líneas preconcebidas de acción, estará en capacidad de estudiar sin prejuicios los grandes problemas nacionales y ofrecer a la acción política las mejores soluciones”.

 En su regreso, traía el doctor  Rincón Gutiérrez  en las alforjas este mensaje y compromiso, que cimentó  y proyectó con  los Drs Francisco de Venanzi, Antonio Borjas Romero y Héctor Guigni, rectores de universidades autónomas.

Su prolongada actuación rectoral inicial, más allá de 4 años, ocurrió en medio de un gran esplendor y desarrollo académico y físico de la ULA, de forma que como una manera de reconocimiento, el Claustro Universitario, en las tres elecciones rectorales convocadas desde 1962, con las candidaturas a Rector de los Drs  Marcelo González Molina, Miguel Angel Burelli Rivas y Omar Eladio Quintero, decidió la continuación de su primera gestión hasta 1972.

Además del gran progreso de la Universidad, al Dr. Pedro Rincón Gutiérrez se le reconoció su profunda interpretación y cumplimiento de los principios básicos determinados para la Universidad  Autónoma Venezolana en 1958.

Se le otorgó a la universidad autonomía legal plena para normarse, organizar sus planes académicos, elegir autoridades, nombrar el personal y manejar su patrimonio. El mérito fundamental, reconocido históricamente de los ejercicios rectorales del Dr. Pedro Rincón Gutiérrez fue haber asumido, protegido y realizado estos fundamentos y principios universitarios.

En efecto, la Ley de Universidades promulgada el 5 de diciembre de 1958, definió a la universidad “como una comunidad de intereses espirituales que reúne a profesores y estudiantes para buscar la verdad, afianzar la trascendencia del hombre, crear y difundir el conocimiento mediante la docencia y la investigación, con espíritu de democracia, justicia social y solidaridad humana, al servicio del progreso y desarrollo de la Nación”.

Se le otorgó a la universidad autonomía legal plena para normarse, organizar sus planes académicos, elegir autoridades, nombrar el personal y manejar su patrimonio. El mérito fundamental, reconocido históricamente de los ejercicios rectorales del Dr. Pedro Rincón Gutiérrez fue haber asumido, protegido y realizado estos fundamentos y principios universitarios.


1.- LA COMUNIDAD UNIVERSITARIA.

Conceptualizó y edificó la comunidad universitaria  asimilada a una gran familia, guiada por una  autoridad  basada en la  solvencia intelectual, moral y cívica y no en mecanismos de poder y fuerza,  jerarquías, disciplina ni obediencia debida. Cada integrante de esa gran familia debía cumplir su misión y función de manera voluntaria, sin legajos legales que lo conminaran. Obviamente, en esa inmensa familia habría disidencias, inconformidades, reclamos y conflictos que se resolverían dentro de la institución, con equilibrio, balance y armonía, y sin intervención de terceros.

Este “pater familiae” pensó como imprescindible  conformar un patrimonio   para  proteger y brindar   bienestar a los  integrantes comunitarios. En primer lugar, planificó residencias para profesores en la Hacienda Santa María, adquirida para tal fin, y en los Caciques en la Avenida Universidad con la intervención de Mérida Entidad de Ahorro y Préstamo.

 Para trabajadores, bajo responsabilidad de la Universidad se construyó la Urbanización Fray Ramos de Lora en la Hacienda Santa Juana, adquirida al efecto. Hizo acuerdos con el Banco Obrero para la construcción de apartamentos para universitarios cerca de esta urbanización.

 Para estudiantes varones, edificó las Residencias en la Hacienda Campo de Oro también comprada por la Universidad. Acordó con el Banco Obrero la construcción de apartamentos residenciales estudiantiles  en Santa Ana norte, y para las hembras, alquiló un edificio en el centro de la ciudad. Edificó en la Hoyada de Milla residencias para invitados extranjeros. Organizó el transporte y comedores para estudiantes. Estimuló el desarrollo del deporte estudiantil y los juegos inter universitarios en los que se lució la Universidad. Igual que el turismo estudiantil.  

En segundo lugar, tomando como base los servicios médicos de OBE, se ampliaron para trabajadores y empleados, y luego se diseñó el CAMOULA, actual CAMIULA,  para reunir en un solo establecimiento los servicios médicos ambulatorios de toda la comunidad universitaria, complementada con el alquiler de un ala del HULA para internamiento bajo responsabilidad de personal y recursos de la ULA. Este proyecto fue redactado por los Drs. Abigail Romero, Marcelo Doria y Roberto Rondón. No fue posible su realización porque los gremios tienen el concepto de que la prestación de salud es una reivindicación gremial, y por tanto, separada por gremios y gratuita. Además, exigieron atención hospitalaria en centros privados.

En tercer lugar, el rector Rincón Gutiérrez estimuló la organización del gremio profesoral con profesores como Mario Spinetti Berti, Carlos César Rodríguez, Carlos Muñoz Oraá, entre otros  y de trabajadores con  José Miguel Monagas y Zoila Teresa Díaz  y otros que entendieron ser parte de un parasistema universitario comunitario, con  Cajas de Ahorro, Institutos de Previsión Social, Fondos de Jubilaciones.

 

2.- LA AUTONOMIA UNIVERSITARIA

 Otro compromiso principista y de grata recordación en su ejercicio rectoral se refiere a la autonomía universitaria.

La autonomía, según su criterio debía ir más allá de lo legal y formal. La universidad debía ser libre para generar, debatir, refutar o reafirmar ideas, conceptos y conocimientos sobre bases racionales y civilizadas. Esto fue muy importante en un momento de gran presencia e influencia de partidos políticos sectarios, con frecuentes enfrentamientos entre gubernamentales  y opositores que  terminaban por treguas propiciadas por el Rector;  en la calle había gran descontento y en el país movimientos de desestabilización política con lucha irregular, siendo la universidad  acusada de favorecer esta situación, incluida la participación de activistas extranjeros, para cuyo control se instalaron en Mérida tropas antiguerrilleras hostiles. Lamentablemente en ocasiones, las refriegas callejeras con las fuerzas públicas terminaron con estudiantes detenidos, heridos y fallecidos en casos desafortunados.

La autonomía, según su criterio debía ir más allá de lo legal y formal. La universidad debía ser libre para generar, debatir, refutar o reafirmar ideas, conceptos y conocimientos sobre bases racionales y civilizadas.

Fue muy determinante la capacidad de negociación y sus relaciones amistosas y de confianza con dirigentes gubernamentales, políticos,  empresariales y eclesiásticos que evitaron consecuencias ingratas internas, y externas y no ocurrieron en Mérida, como en  la Universidad  Central de Venezuela, su allanamiento  y  destitución de  autoridades.

 

3.- LA ACCION ACADEMICA

 Su obra magna el desarrollo académico. Para ello, en primer lugar, diseñó físicamente   a la Universidad por Núcleos esparcidos en la ciudad, en vez de una ciudad universitaria como se planteó desde los 1950.  Núcleo Técnico y Científico donde funcionan las Facultades de Ciencias, Ingeniería y Arquitectura, Biblioteca Central, Bioterio. Núcleo Forestal con la Facultad de Ciencias Forestales y Ambientales, Escuela e Instituto de Geografía, Institutos Forestal Latinoamericano, Silvicultura, Investigaciones Agropecuarias. Núcleo Humanístico Social en la Hacienda Liria, igualmente adquirida por la institución donde asientan las Facultades de Ciencias Jurídicas y Políticas, Humanidades y Educación y Ciencias Económicas y Sociales. Núcleo Médico Biológico en las Haciendas Campo de Oro y Santa Elena, que se compraron a tal propósito, con el Hospital Universitario de los Andes y la Facultad de Farmacia y Bioanálisis, Ingeniería y Mantenimiento, Transporte. Los terrenos para la construcción del HULA fueron cedidos por la ULA, luego compensados por el Ministerio de Sanidad con la actual sede de la   Escuela de Enfermería en Barinitas de la ciudad de Mérida. Igualmente, por acuerdo con el Banco Obrero logró la antigua sede del Colegio San José para actividades culturales, y los estadios. En terrenos anexos se construyó el edificio administrativo de la Universidad. Núcleo Cultural, Comercial y Hotelero en la Avenida Tulio Febres Cordero, sólo en planos.

Su obra magna el desarrollo académico. Para ello, en primer lugar, diseñó físicamente   a la Universidad por Núcleos esparcidos en la ciudad, en vez de una ciudad universitaria como se planteó desde los 1950.  Núcleo Técnico y Científico donde funcionan las Facultades de Ciencias, Ingeniería y Arquitectura, Biblioteca Central, Bioterio. Núcleo Forestal con la Facultad de Ciencias Forestales y Ambientales, Escuela e Instituto de Geografía, Institutos Forestal Latinoamericano, Silvicultura, Investigaciones Agropecuarias. Núcleo Humanístico Social en la Hacienda Liria, igualmente adquirida por la institución donde asientan las Facultades de Ciencias Jurídicas y Políticas, Humanidades y Educación y Ciencias Económicas y Sociales. Núcleo Médico Biológico en las Haciendas Campo de Oro y Santa Elena, que se compraron a tal propósito, con el Hospital Universitario de los Andes y la Facultad de Farmacia y Bioanálisis, Ingeniería y Mantenimiento, Transporte. Los terrenos para la construcción del HULA fueron cedidos por la ULA

El gobierno del Dr. Raúl Leoni y del Ministro Leopoldo Sucre Figarella respaldaron un préstamo del Banco Interamericano de Desarrollo para la construcción del Núcleo Técnico Científico, que además implicó una modernización de la organización y administración universitaria, revisiones curriculares  y  de la estructura universitaria por expertos extranjeros y nacionales,  la creación de estudios generales, Ciclo Básico  al ingreso de los estudiantes bajo responsabilidad de las Facultades de Humanidades y Ciencias, y el agrupamiento de las Facultades profesionales por áreas de la salud, ciencias y tecnología y humanísticas y sociales para evitar la dispersión y el aislamiento de las  mismas tal como lo era desde mediados del siglo XIX cuando se implantó en Venezuela el modelo napoleónico de Universidad. Implicaba también la departamentalización universitaria para racionalizar la docencia y la investigación hasta ahora ubicada en cátedras, vieja estructura colonial. No fue totalmente exitosa esta tarea.

Para cumplir el sentido regional de la ULA, a lo anterior se agregó la fundación de los Núcleos Universitarios de Táchira y Trujillo en los 1970, complementados con Proyectos Ambientales en Boconó, Lechero en Betijoque y Agropecuario en El Cenizo.

Como ampliación de las actividades académicas de estos Núcleos, se planificaron Programas Académicos de Ciencias de la Salud para Táchira y Trujillo y para formar personal técnico, tecnológico y profesional en salud, orden en el cual se requieren en el sector salud regional, coordinados desde Mérida por los Drs. Carlos Luis González, Pedro Rincón y Roberto Rondón, y en el Táchira por los Drs. Hugo Murzi Matamoros  y Francisco Romero Ferrero. En Trujillo, los Drs. Pedro Emilio Carrillo y Rodolfo González Gil. Posteriormente,  otras autoridades  crearon sólo escuelas médicas tradicionales en San Cristóbal y Valera.

Para el cumplimiento del principio universitario de la enseñanza y la investigación, a seis facultades tradicionales, agregó  las Facultades de Economía y Humanidades en 1958, desprendida de la Facultad de Derecho; la Facultad de Ciencias en 1969 y de  Arquitectura en 1970, y la ampliación conceptual de la Facultad de Ciencias Jurídicas y Políticas.

Creó escuelas universitarias de Educación en 1959, Administración en 1960, Geografía en 1964, Escuela de Danza y Ballet, Artes Plásticas, Música, Ingeniería Eléctrica en 1971,  Enfermería y Nutrición,  Experimental de Ciencias Políticas en 1980, Departamentos de Ingeniería Mecánica, Química y Sistemas, transformados posteriormente en escuelas profesionales.

Creó Institutos de Investigación como el Instituto de Investigaciones Económicas en 1958,  de Geografía y de Recursos Naturales Renovables en 1959,  Investigaciones Agropecuarias en 1962, Medicina Nuclear en 1970, Fotogrametría en 1970, Forestal Latinoamericano en 1971, Integración y Estudio de Fronteras en 1977, este en el Táchira.

Creó Centros para apoyo de las Facultades como Computación, Microscopía Electrónica, Cardiovascular, Fisiología de las Alturas, CIDIAT, Investigaciones Odontológicas, Investigaciones Literarias, Cinematografía, Imprenta,  Bioterios, Herbarios  

Propició proyectos interinstitucionales como el Laboratorio de Productos Forestales, el Observatorio Metereológico  y de Radioactividad Ambiental, el Observatorio Astrofísico de Llano del Hato, la Empresa Maderera EMALCA, la Estación Experimental El Joque. Integró en los planes de conservación los bosques de La Carbonera, San Eusebio y Sierra de Santo Domingo en Mérida y Ticoporo en Barinas.

La vida de la generación y transmisión conocimientos debía ser sostenida por profesores de primera calidad. En ese sentido, propuso un Plan de Becas y de Años Sabáticos que mantenían constantemente a un 10% de los profesores en el exterior realizando especialidades, maestrías y doctorados, base además para el desarrollo futuro de los estudios de postgrado. Este Plan de formación abarcó al personal técnico y administrativo.

La formación pedagógica fue su preocupación. A tal fin, propició la Dirección General de Mejoramiento Académico - DIGMA, para entrenamiento en   diseño curricular, evaluación del aprendizaje, elaboración de material didáctico, a cuyo fin, también se creó el Consejo de Publicaciones y se reforzaron los Sistemas Informáticos y el CDCHT, tarea en la que cumplió un papel muy importante el Dr. Julián Aguirre Pe, Vicerrector Académico, pionero del Primer Plan Regional de Ciencia y Tecnología.

Constante fue su interés en revisar periódicamente la función académica y administrativa universitaria. A tal fin, una tradición fueron las reuniones ampliadas del Consejo Universitario fuera de su sede, en las ciudades de Mérida, San Cristóbal y Trujillo, así como en Santa Rosa, Moruco, Mesa de Esnujaque, La Grita.

Creó la Dirección de Relaciones Institucionales con los profesores  Roberto Rondón Morales y Martín Zcinetar con la finalidad, en un principio, de organizar todas las relaciones nacionales e internacionales y los convenios y acuerdos suscritos por la Universidad

Se proyectó en el ámbito internacional universitario al integrarse al Grupo  Universitario Latinoamericano  de Estudios para la Reforma y el Perfeccionamiento  de la Educación - GULERPE.  Fue miembro del Consejo Editorial Latinoamericano  de la Revista UNIVERSITAS 2000. 


4.- LA ACTIVIDAD ARTISTICA Y CULTURAL

 La comunidad de intereses espirituales y la trascendencia del hombre los entendió y practicó el Dr. Rincón Gutiérrez ligados con la cultura  y el arte. En tal sentido, estuvieron en la Universidad César Rengifo, Rhazés Hernández, Oswaldo Vigas, Antonio Estévez, Salvador Garmendia, Maurice Hasson, Monique Dauphil, Leovigildo Díaz, Diógenes  y Amílcar Rivas. Creó el Departamento de Cine con los cineastas Carlos Rebolledo y Tarek Souki. Se hizo convenio con la Escuela Cubana de Cine. Se copatrocinó el Festival de Beethoven por dos meses y se presentaron renombrados grupos musicales como la Orquesta Sinfónica  de Maracaibo y el Cuarteto Endres. Como rector, fue Director de la Revista ACTUAL  de la cultura.

 Se celebraron el Primer Festival de Cine Latinoamericano y el Primer Festival  Internacional de Música que congregó músicos de gran renombre. Se celebró el segundo siglo de fundación de la Casa de Educación, futura Universidad de Los Andes, decretado por la gestión anterior con actos, reconocimientos, develación de retratos, otorgamiento de doctorados, actos académicos, artísticos y culturales. Se realizaron encuentros con perseguidos y exiliados extranjeros para mostrar la solidaridad de la universidad. 

La comunidad de intereses espirituales y la trascendencia del hombre los entendió y practicó el Dr. Rincón Gutiérrez ligados con la cultura  y el arte. En tal sentido, estuvieron en la Universidad César Rengifo, Rhazés Hernández, Oswaldo Vigas, Antonio Estévez, Salvador Garmendia, Maurice Hasson, Monique Dauphil, Leovigildo Díaz, Diógenes  y Amílcar Rivas. Creó el Departamento de Cine con los cineastas Carlos Rebolledo y Tarek Souki. Se hizo convenio con la Escuela Cubana de Cine. Se copatrocinó el Festival de Beethoven por dos meses y se presentaron renombrados grupos musicales como la Orquesta Sinfónica  de Maracaibo y el Cuarteto Endres. Como rector, fue Director de la Revista ACTUAL  de la cultura.

  En el Departamento de Extensión  Cultural y en el Centro Universitario de Arte actuaron artistas y escritores como Lorenzo Calzadilla y Carlos Contramaestre.  En la Escuela de Talleres Libres,  Guillermo Besembel y José Montenegro.  Ballet con  Ana María Reina. En teatro,  Hildemaro Mujica. En   Artes Plásticas y    Visuales,  Régulo Pérez, Juan Astorga Anta, Richard Luna, Manuel de la Fuente.  También Mauro Bello, Edmundo Aray, Domingo Miliani. El Orfeón con Luis Arconada.

El compromiso social de la Universidad lo expresó de varias maneras. La extensión de los estudios clínicos de pregrado en los 1960 a Táchira, Trujillo, y más tarde, en 1977 a Barinas, Portuguesa, Guárico y Apure. Ayudas económicas a personas necesitadas, y becarias para profesionales no profesores universitarios. Coparticipó en la construcción de la Plaza de Toros. Donó terrenos para Casa Sindical y la Escuela Técnica Manuel Pulido Méndez. Respaldó a la Fundación Universidad de Los Andes para la construcción de la Urbanización La Campiña en Ejido para personas sin residencia propia.

Modernizó los Talleres Gráficos Universitarios y creó el Cuerpo de Bomberos Universitarios.

 

5.- EL AFAN POR LA DEFENSA DEL AMBIENTE

En 1940, siendo estudiante en el Colegio San José de Mérida, hizo ascensos a los picos de la Sierra Nevada de Mérida, con el Hermano Francisco Salegui de ese colegio, en un momento en el cual, el alpinismo logró la introducción de técnicas y equipos novedosos para los venezolanos, lo que estimuló una gran innovación del andinismo, que permitió a su vez, la publicación de imágenes desconocidas para Venezuela sobre una zona de nieves en el trópico.

En 1958, decretó la celebración de la Semana Universitaria en pro de la Conservación y Defensa de los Recursos Naturales Renovables.

En 1958, el rector de la ULA, otras personalidades y el Club Italo Venezolano movilizaron la opinión local y nacional para solicitar la continuación de las obras del teleférico, detenidas por la opinión de ingenieros, y otra de políticos que señalaban a esta obra como un desmedido proyecto del recientemente derrocado dictador Marcos Pérez Jiménez.

En los 1960,  intervino en la creación de la Corporación de Los Andes con  los Drs. Antonio José Uzcátegui, Ramón Velásquez, Edilberto Moreno, José Antonio Rugeles.

En 1960, propuso y se conformó junto con CORPOANDES y el Consejo Municipal del Distrito Libertador del Estado Mérida, un grupo interdisciplinario para investigar la mejor opción de ocupación del espacio en la ciudad y prever el futuro.

Motivó la creación del Liceo Nocturno Florencio Ramírez para ampliar la oferta educativa a trabajadores así como el Centro de Educación Cooperativa junto con CORPOANDES. Se creó el primer Departamento de Medicina Preventiva y Social de Venezuela y propició el Primer Seminario Nacional de Educación Médica en 1966.  

En su segundo  período rectoral, participó en el Primer Congreso Venezolano de Conservación en 1978, y manifestó su destacada actuación en este  tema, al que  favoreció  con la creación del Instituto de Geografía y Conservación de Recursos Naturales Renovables, el Laboratorio Nacional de Productos Forestales en alianza con el Ministerio de Agricultura y Cría, el Instituto de Silvicultura, la Escuela de Geografía.  Creó un Centro Forestal de Postgrado, primer postgrado en la ULA.

También el Centro Internacional de Desarrollo Integral de Aguas y Tierras en combinación con la Organización de Estados Americanos para formar especialistas procedentes de diferentes países.

En 1976, la Universidad  sugirió una Ordenanza de Zonificación  del Área de la Ciudad de Mérida para garantizar la racionalidad en el uso del espacio y el mejoramiento de la calidad de vida de sus habitantes.

En 1978, se realizaron las Primeras Jornadas Ecológicas en la Facultad de Ingeniería Forestal que culminaron con el foro En Defensa de la Ciudad, y la creación de un grupo ecológico para trabajar el tema con las Juntas de Vecinos.

 

EL FINAL.- Toda esta obra magna se reconoció para los tiempos futuros con  su nombre en el  Núcleo del Táchira y en  la Orden que otorga la Seccional de Profesores Jubilados, sendos retratos en el Aula Magna y en la Galería de Merideños Ilustres de la Academia de Mérida y con una estatua colocada en el vestíbulo del edificio central por donde pasó miles de veces tejiendo sueños y armando planes y acciones  para su querida universidad, sin cansancio, elusiones ni justificaciones para la inactividad, lleno de imaginación acompañada de sacrificios y estoicismo. No en balde, lo titulan  como   un Rector de Rectores, igual que el Rector Francisco De Venanzi, compañero en la construcción de la autonomía universitaria en Venezuela.

Entendí que fue la intención de la reunión Academia de Mérida – APULA el pasado  sábado 5 de diciembre de 2020, Día del Profesor Universitario, reunir ejemplos y fuerza intelectual frente a la actual adversidad. La oscuridad de los túneles tiene luz al final.