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martes, 4 de julio de 2023

FORO - Humanidades y Ciencias, dos facultades creadas por Pedro Rincón Gutiérrez – reseña de Roberto Chacón


El sexto foro conmemorativo del Centenario de Pedro Rincón Gutiérrez, Rector Magnífico de la Universidad de Los Andes, fue realizado en la Cátedra Simón Bolívar de la Facultad de Humanidades y Educación el pasado 28 de junio. Este foro, al igual que los anteriores fue organizado por la Academia de Mérida, el Grupo Miradas Múltiples y los ex Rectores Néstor López Rodríguez, Felipe Pachano Rivera y Lester Rodríguez Herrera.  Los expositores invitados fueron la Dra. Mery López, decana de la Facultad de Humanidades y Educación, y el Dr. Néstor Añez, profesor-investigador de la Facultad de Ciencias.

El foro se inició con la ponencia “Pedro Rincón Gutiérrez y la Facultad de Ciencias, con especial referencia a su desarrollo y estado actual”, presentada por el Dr. Añez, quien parte del reconocimiento de PRG como un líder académico excepcional, de una formación pluridimensional, quien es el artífice de la modernización de la ULA. “Un hombre es un caminante que va abriendo senderos son su sensibilidad”, así lo hizo Don Pedro, para romper con una universidad que seguía anclada al modelo positivista del siglo XIX, a un estilo de dirección autoritario y a resabios monacales que se mantenían en las aulas universitarias.  Gracias a una personalidad como la de PRG fue posible crear una Facultad de Ciencias, que dispuso de la asesoría de  los mejores académicos del país y de una de las inteligencias mejor formada en el campo de las políticas universitarias, como lo fue el brasileño Darcy Ribeyro.

La creación del CONICIT en 1967, de ASOVAC en 1961, y del crecimiento de la Facultad de Ciencias de la Universidad Central de Venezuela, la intervención de importantes personalidades, como lo fueron Humberto García Arocha, Félix Pifano, Werner Jaffé y Alfredo Planchart, para institucionalizar la investigación científica en el país, sirvieron de apoyo al Rector Rincón Gutiérrez para crear la Facultad de Ciencias en la ULA. El comienzo no fue feliz, nos dice el profesor Añez, la carencia de recursos suficientes, la ausencia de profesores y la resistencia de sectores tradicionales, obstruyeron un avance rápido del proyecto. La creación en 1968 de la Comisión encargada de elaborar el proyecto de Facultad de Ciencias, integrada por el Dr. Alonso Camero de la UCV, el Dr. Nelson Luis Cárdenas, coordinador del Centro de Ciencias y el Dr. Pedro Rincón Gutiérrez, aceleró su trabajo dada la fuerte presión estudiantil y el 2 de marzo de 1970, en acto solemne convocado por el CU y con la presencia del Rector de la UCV, Dr. Francisco De Venanzi como invitado especial, se crea la Facultad de Ciencias de la Universidad de Los Andes.

Se inicia bajo la figura jurídica de Facultad Experimental, integrada por cuatro Departamentos: Física, Química, Matemáticas y Biología. En corto tiempo se integran a la ULA, profesores provenientes de otras universidades venezolanas y de investigadores de otros países. Los Departamentos crecen con el programa de servicio docente prestado a otras facultades y con la formación de grupos de investigación, que en poco tiempo, 1980-1990 absorben el 70 por ciento del financiamiento del CDCHT y obtienen reconocimiento mediante premios nacionales como los otorgados por la Fundación Polar, que entrega 17 premios entre 1985-2017 a investigadores de esta nueva Facultad. Con el apoyo del CONICIT son muchos los profesores que participan en Congresos Internacionales y el incremento de las publicaciones científicas en revistas especializadas, coloca a la ULA entre las universidades latinoamericanas con mayor desarrollo de la investigación científica.

Con el nuevo gobierno de Hugo Chávez en 1999, se inicia un proceso de declive de la investigación científica, se cuestiona la ausencia de una orientación adecuada para la solución de los problemas nacionales. Con el Plan Nacional de Ciencia y Tecnología y la creación de la Misión Ciencias, se introduce un discurso ideológico que daña el proceso de consolidación de los grupos de investigación, genera dispersión y da pie al inicio de una diáspora de investigadores. La intención de sustituir la orientación liberal de la investigación por una socialista, y la creación de nuevas universidades bajo la orientación socialista, propicia una concentración de recursos, las nuevas normativas que se aprueban para el financiamiento de la investigación debilitan las instituciones de las universidades autónomas.

El derrumbe de la economía iniciado en 2012 y acelerado a partir de 2017, arrastra empresas, infraestructura, servicios, comunidades humanas, instituciones, entre ellas a las universidades públicas. Este cuadro se agrava con la pandemia en 2020-2011 y se inicia la diáspora de profesores, la deserción estudiantil, la renuncia de muchos miembros del personal administrativo y obrero. Una parte del profesorado se mantiene en la universidad, a pesar del deterioro de su salario.

Una de las manifestaciones más dramáticas en contra de las universidades públicas es la agresión física de que son objeto: UDO, UCV, LUZ, UNFEM, UC y ULA, presentan caso dramáticos de vandalismo y de una violencia cargada de un odio destructor. Saqueos de equipos de investigación, desmantelamientos de laboratorios de informática, destrucción de equipos de electricidad, robo de fibra óptica y de equipos informáticos de acceso a Internet, pillaje del equipo telefónico, de los talleres de carpintería, mecánica y de publicaciones. Es verdaderamente conmovedor la abulia y la apatía de las autoridades ante este proceso destructivo a que están siendo sometidas las facultades, en especial, la Facultad de Ciencias. El Dr. Añez termina su exposición con este interrogante: ¿Merece Pedro Rincón Gutiérrez este testimonio sobre la Universidad que construyó con tanto esfuerzo, en la fecha conmemorativa del centenario de su nacimiento?

 

La segunda exposición le correspondió a la Dra. Mery López, decana de la Facultad de Humanidades y Educación. Aplicó el método del ensayo biográfico de Patricio Zunini: Fogwill, una memoria coral, (2014) “una narración a partir de testimonios de primera mano”. Seleccionó el testimonio de cinco profesores de su facultad, que compartieron con el Rector Pedro Rincón Gutiérrez trabajos académicos, administrativos, políticos, intelectuales y culturales o cultivaron vínculos personales. El prof. Aníbal León nos ayuda a  refrescar la memoria sobre de la creación de la Facultad, la inclusión de investigadores provenientes del exterior que fortalecen los estudios humanísticos y los primeros esfuerzos locales para darle piso institucional a las Humanidades, que representaba para Rincón Gutiérrez una condición insoslayable, si queremos construir una auténtica universidad.

La expositora nos lee el relato de la profesora María del Pilar Quintero, psicóloga adscrita a la Escuela de Educación. Nos dice que el período de gestión del Rector Rincón Gutiérrez ha sido el más fulgurante de la ULA. Como gran constructor de democracia, le dio una especial importancia a la educación y a la formación de los docentes. Valorizó como uno de los procesos más innovadores  a nivel mundial, la participación de la mujer en los asuntos públicos y su formación profesional. Es muy importante destacar, la especial importancia que Perucho le dio a los aportes que podrían obtenerse de profesores investigadores provenientes de otros países como Mihailo Marcovici, Juan Astorga, Miguel Marciales, Roger Bartra, Alfonso Cuesta y Cuesta. Músicos, escritores, artistas plásticos y críticos de arte se residenciaron en Mérida, bajo los auspicios de Perucho.

Siguen los relatos de los profesores Pedro Rivas, Ramón Rivas y Julio Tallaferro. En los tres testimonios, se enfatiza en las cualidades personales del Rector Magnífico: “tolerancia y cultura democrática”, “destacado agente del cambio histórico en la ciudad y la universidad”, “un gran humanista y un gran ser humano”. En conclusión, nos dice la profesora Mery López, recordar a Perucho nos alienta a retomar la fuerza del cambio universitario.